¿Qué Hacer?

FASE1.

A través de este conducto, nuestra organización propone a la ciudadanía llevar a cabo esfuerzos para lograr dos propósitos; por un lado, convocar a la mayor cantidad de personas posible para que se unan a este movimiento y por el otro, organizar Comités de Defensa Ciudadana. Estos Comités constituyen células de organización y mando a través de las cuales será posible instrumentar diversas acciones para recuperar la seguridad de nuestras comunidades.

 Nuestro Plan Maestro de Recuperación de la Seguridad, está conformado por tres fases. La primera consiste en la constitución de Comités de Defensa Ciudadana (CDC), la segunda en la recuperación de los espacios públicos, y la tercera en la ejecución de métodos de seguridad integral que garantizarán el reestablecimiento de un ambiente de seguridad duradera en nuestras comunidades.

 El éxito de este plan dependerá del nivel de compromiso y organización de los ciudadanos, por lo que será muy importante que la integración de los CDC se realice escrupulosamente.

 Si hacemos una evaluación de nuestras convicciones, fortalezas y debilidades, es fácil llegar a las siguientes conclusiones:

 I. DEBEMOS APROVECHAR AL MAXIMO NUESTRAS VENTAJAS. Para ello es necesario reconocerlas. A saber: 1. Los mexicanos de buena voluntad, somos más -en número, talento y capacidad- que los delincuentes. 2. La suma de nuestros recursos son infinitamente superiores a los de la delincuencia. 3. Contamos con gente mejor preparada que los delincuentes. 4. La suma de quienes podemos sumarnos a este movimiento, arroja una red de relaciones personales con un potencial enorme a nivel nacional. 5. La unión de los ciudadanos es el arma más eficaz con que contamos para acabar definitivamente con la grave crisis de inseguridad que nos aqueja.

 II. DEBEMOS SUPERAR NUESTRAS DESVENTAJAS. En este sentido se hace necesario reconocerlas. A saber: 1. La apatía y desesperanza con la que vivimos. 2. La desconfianza. 3. El hecho lamentable de que no conocemos a nuestros vecinos. 3. La falta de unión y solidaridad entre los mexicanos.

 III. NO QUEREMOS NI DEBEMOS ENTRAR AL TERRENO DE LA VIOLENCIA.  Las razones son muy sencillas: Por un lado, nuestras convicciones la repudian por sus efectos negativos, y por otro, la experiencia internacional documenta que la violencia engendra más violencia y no constituye solución de nada. Asimismo es necesario reconocer que los delincuentes tienen ventaja sobre nosotros en ese terreno, por lo que no les concederemos ninguna posibilidad para vencernos. Es importante destacar que el hecho de que no usemos la violencia no significa que seamos inofensivos. Con unión, inteligencia y astucia vamos a alcanzar mejores resultados.

 Por lo anterior, proponemos instrumentar la FASE 1 de nuestro plan de acción a través de los procedimientos que se explican en los manuales adjuntos. La ejecución de esta fase del plan presupone que nuestros seguidores ya han identificado entre amigos, familiares y vecinos a líderes que por su carisma, trabajo o dinamismo puedan ayudarnos a encabezar los esfuerzos que aquí exponemos. El trabajo que requiere la ejecución de este plan, demanda personas con carácter decidido, enérgico y entusiasta. Mujeres y hombres con cualidades para no caer facilmente en el desánimo o la desilusión y con capacidades para contagiar a los demás para trabajar por su comunidad. El plan que aquí proponemos no es fácil de lograr ni representa algo atractivo para quienes busquen obtener resultados fáciles y sin esfuerzo. Instrumentarlo requiere de paciencia, trabajo y compromiso, por lo que es muy importante identificar cuidadosamente a los líderes capaces de llevarlo a cabo. De su selección dependera en buena medida el éxito de nuestra misión.

 Nuestro plan parte de un principio muy sencillo. Necesitamos garantizar la seguridad de nuestras comunidades calle por calle. Es decir, tenemos primero que organizarnos en la calle donde vivimos y garantizar su seguridad, para después sumar la de las calles aledañas y así lograr la seguridad de una colonia. Bajo ese principio será posible lograr la de una ciudad completa. Calle por calle, colonia por colonia, comunidad por comunidad, lograremos recuperar al país.

 Por último, es importante advertir que no podemos ni debemos desanimarnos cuando enfrentemos la apatía, incredulidad, desesperanza o desconfianza de nuestros vecinos. Trabajemos con las personas que sea posible y no escatimemos esfuerzos para sumar a más personas todos los días. Nuestra primera misión es conseguír la unión de los ciudadanos y en ello debemos concentrarnos.

 Asegúrate de enviar este mensaje -y los manuales- a todos tus contactos. Aníma a tus familiares, amigos y vecinos para que participen en este movimiento ciudadano a través del cual podremos recuperar la tranquilidad, la seguridad y la paz de este país.

Consulta los manuales de difusión y de creación de Comités de Vigilancia Ciudadana